En los últimos años, hemos escuchado hablar de pedagogías activas o respetuosas con el aprendizaje de los niños y niñas, quizás, la más sonada sea la metodología Montessori.
Aunque parezca algo nuevo, este tipo de planteamientos pedagógicos se pensaron hace más de un siglo, pero, por desagracia, no han tenido cabida en los diferentes sistemas educativos.
El método Montessori es un modelo educativo ideado por la educadora y médica italiana María Montessori, desarrollado a finales del siglo XIX y principios del XX. Su pedagogía aboga por el desarrollo personal de la independencia, la libertad con límites, el respeto en la psicología natural, y el desarrollo físico y social.
La Doctora Montessori, observó que cada niño tiene un patrón propio para desarrollar su aprendizaje. Por eso, a los niños se les da la libertad para que este patrón dirija el crecimiento de cada uno en un ambiente pensado y estructurado.
Se caracteriza, sobre todo, en poner énfasis en la actividad dirigida por el niño y en la observación clínica por parte del maestro. Esta observación tiene la intención de adaptar el entorno de aprendizaje del niño a su nivel de desarrollo. Así, la escuela no es «un lugar donde el maestro transmite conocimientos», sino «un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado».
En la clase de música de Gorgoritos observamos durante todas las sesiones las necesidades, intereses e inquietudes de cada niño y niña como personas individuales y como partícipes de un grupo. Sus propuestas son siempre acogidas y la clase se va desarrollando atendiendo a sus demandas físico-cognitivas y socioemocionales.
Partimos de una experiencia vivencial donde el medio de comunicación es la música. Respiramos, nos movemos y sentimos este arte siendo conscientes del trabajo en equipo y de los resultados sonoros de éste.
El interés y la motivación se basan en pequeños retos y aprendizajes adaptados a su estadio psicoevolutivo, que les permiten hacer el lenguaje musical suyo, dándoles la independencia y la seguridad necesarias para comunicarse y expresarse libremente y sin prejuicios a través de este arte tan maravilloso. Por otro lado, fomentamos el compromiso, la responsabilidad y el pensamiento crítico, tanto en las clases grupales como en las de instrumento.
En Gorgoritos, realizamos los grupos por edades, aunque esto es simplemente una ayuda orientativa, sobre todo cuando no conocemos a los niños y niñas. Nosotras solemos agrupar según la madurez, edad y estadio psicoevolutivo.
Las docentes de Gorgoritos son en todo momento guías que proponen mediaciones musicales para desarrollar diferentes contenidos y muestran el uso y técnica de los materiales que se van a utilizar. Deben ser siempre un ejemplo a seguir. Los niños marcan el ritmo de aprendizaje y se ponen en juego continuamente sus propuestas.
La clase siempre tiene una estructura fija y es que, después de muchos años, hemos observado que el saber qué va a pasar les da seguridad y les anima a anticipar sus respuestas y a participar de una manera más activa. Solemos trabajar con materiales cotidianos, manipulables y con temáticas que son familiares y actuales para ellos: las hojas, piñas, nueces y algarrobos de otoño son nuestro material manipulativo ideal para hacer música, así como las flores en la primavera o el agua y las olas del mar en verano.
El aprendizaje es mucho más sencillo cuando es significativo y cuando se construye a partir de conocimientos previos. Además, nos encanta dejar volar la imaginación y creatividad de los más pequeños con el uso de materiales significativos, seguros y amables: una esponja, un pañuelo de color o un arrullo de tela ¡pueden ser cualquier cosa!
No hay un método Montessori aplicado a la música, pero sí otras metodologías musicales activas que apuestan por un aprendizaje musical diferente al tradicional. Estas metodologías se basan en una manera de aprendizaje natural, experimental y mucho más respetuoso con la individualidad de cada niño y niña.