La salud mental afecta a un gran volumen de la población, y la Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2030, los problemas de salud mental serán la primera causa de discapacidad en el mundo. Ante este pronóstico, la OMS destaca la urgencia de transformar y mejorar el cuidado de la salud mental.
La música tiene la capacidad de influir en nuestras emociones y estados de ánimo. Puede reconfortarnos en momentos difíciles, traernos recuerdos de acontecimientos pasados e incluso cambiar nuestra percepción del mundo que nos rodea. Pero ¿sabías que la música también puede influir en nuestra salud mental?
La música interviene en diversos procesos mentales, y en nuestras percepciones y sensaciones. Cuando cantamos y bailamos nuestro sistema inmunológico reacciona y se activa, liberando así endorfinas y dopamina, hormonas asociadas al placer y la felicidad. Además, todos podemos beneficiarnos de esta actividad ya que la música no tiene edad.
A lo largo de los años se han realizado estudios e investigaciones que han podido demostrar que la música tiene un gran efecto positivo sobre la salud mental de las personas, sobre todo para reducir el estrés.
En uno de esos estudios, los voluntarios tenían que escuchar música durante 30 minutos al día, y experimentaron una reducción significativa del estrés y una mejora del estado de ánimo. Otro estudio demostró que escuchar música puede ayudar a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, dos factores importantes para controlar el estrés.
Así mismo, la música también puede ser una herramienta eficaz para mejorar la depresión. Según un estudio, escuchar música puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas de la depresión, e incluso puede ser tan eficaz como la medicación en algunos casos.
Dentro de este campo, se encuentra la musicoterapia. La musicoterapia consiste en utilizar la música como herramienta terapéutica para abordar las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales, también ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la depresión. Si te interesa este tema, tenemos otro artículo en el blog que profundiza en la musicoterapia.
La música también puede influir positivamente en la función cognitiva, sobre todo en las personas mayores. Se hizo un estudio donde los ancianos que se presentaron voluntarios participaron en sesiones de canto en grupo y mostraron una mejora de la memoria y la función cognitiva. También se ha comprobado que el canto mejora el bienestar general y los vínculos sociales, lo que puede ser especialmente importante para las personas mayores que pueden estar más solitarias.
Además de sus beneficios terapéuticos, la música puede ser una poderosa herramienta de expresión personal y creatividad. La música es un lenguaje que nos permite canalizar nuestros sentimientos, frustraciones y problemas, pero de una forma sana. Al expresarnos así, lo hacemos de una forma libre y nos permite descargar la tensión que nos genera el día a día.
Para muchas personas, crear o escuchar música puede ser una forma de autocuidado, que proporciona una sensación de logro y ayuda a aumentar la autoestima. Tocar un instrumento o cantar en grupo también puede proporcionar un sentido de comunidad y conexión social, lo cual es importante para la salud mental.
A pesar de los muchos beneficios de la música para la salud mental, es importante señalar que puede no ser adecuada para todo el mundo. Algunas personas pueden encontrar ciertos tipos de música desencadenantes o angustiantes, por lo que es importante ser consciente de las propias reacciones a la música y elegir música que se sienta segura y de apoyo.
Somos muy conscientes del poder que tiene la música y de lo que nos aporta a nosotras y a la sociedad. Es por eso que nuestras sesiones musicales explotan al máximo los beneficios cognitivos, sociales emocionales y personales que la música ofrece.
En nuestras clases, la música nos da la confianza de expresarse con el cuerpo o con la voz de una forma libre y sin prejuicios, eleva nuestra autoestima, elimina el estrés haciendo que se nos olviden los problemas que van surgiendo en nuestra rutina y reduce la depresión y la soledad, ya que las actividades se practican en grupo.
Hacer música en un grupo social nos hace formar parte de una comunidad, la tribu musical como nosotras lo llamamos. En estos grupos en los que se comparte el arte a través de la música, se crea un vínculo especial con el resto de compañeros y compañeras, surgiendo amistades que pueden ser para toda la vida.
Sabiendo todos estos beneficios. ¿A qué estás esperando para apuntar a vuestros hijos a nuestros cursos de música?