La música tiene el poder de evocar una amplia gama de emociones en los oyentes. Puede provocar sentimientos de alegría, tristeza, excitación o calma. La relación entre la música y las emociones es compleja, ya que distintos tipos de música pueden provocar diferentes respuestas emocionales en distintas personas.
La música está presente en nuestras vidas prácticamente desde que nacemos, ya que empezamos a percibir las voces de las personas de nuestro entorno como una melodía. Además, la música está muy relacionada con la inteligencia emocional, por lo tanto, nos permite desarrollar habilidades como la empatía, es decir, ponernos en el lugar de otras personas.
El comportamiento de las personas puede verse afectado por la música, ya que interviene en nuestros procesos mentales, percepciones y sensaciones. Esta relación es estudiada por la psicología de la música, que estudia cómo la música afecta a nuestro cerebro.
Una de las principales razones por las que la música puede afectar a nuestras emociones es porque activa el sistema de recompensa del cerebro, es decir, escuchar música libera neurotransmisores como la dopamina, que están asociados al placer y la felicidad. Es por eso que la música puede levantarnos el ánimo cuando nos sentimos deprimidos.
Muchos estudios tratan de demostrar cómo la música estimula los dos hemisferios del cerebro. La profesora Elizabeth Hellmuth Margulis, del Laboratorio de Cognición de Música de la Universidad de Princeton, ha realizado varios estudios sobre la influencia de la música en la ciencia cognitiva.
Ella afirma que la mayoría de música que escuchamos se compone de melodías que ya conocemos. Esa sensación de conocer las canciones, es lo que hace que la música genere en los individuos una sensación de alegría y tranquilidad.
Además de estos factores, la forma en que se interpreta la música también puede afectar a su impacto emocional. No es lo mismo la interpretación en directo de una canción que una versión grabada. En directo puede tener más fuerza emocional, ya que permite una conexión más directa con el intérprete y la música.
Siempre se ha dicho que la música clásica tiene efectos beneficios en las personas, especialmente en los bebés. Esto viene de que en los años 90 se realizaron varios estudios en Estados Unidos que determinaban que la música clásica, y en concreto la de Mozart, tiene efectos beneficiosos en los bebés ya desde el útero materno, el llamado efecto Mozart.
Tal y como se ha desarrollado a lo largo del artículo, es evidente que la música influye en nuestras emociones. Es por esto mismo que la música también se ha utilizado como una forma de terapia.
La musicoterapia consiste en utilizar la música y sus diferentes elementos para mejorar y conseguir beneficios a nivel cognitivo, físico y socioemocional. Si te interesa saber más sobre la musicoterapia, os dejamos con este otro artículo del blog.
En Gorgoritos somos conscientes de los grandes beneficios que tiene la música en la sociedad, y especialmente en los niños, por lo que nuestras clases están enfocadas a disfrutar de los beneficios cognitivos, sociales, emotivos y personales que la música aporta.
Hacer y escuchar música en un grupo social ayuda a expresarnos libremente, hablar de nuestros sentimientos y desarrollamos cuerpo y mente de manera simultánea. A través de las actividades musicales en grupo, como tocar un instrumento, bailar o cantar, liberamos endorfinas y oxitocina que reducen el estrés y nos hace ser personas más felices y positivas.
Si quieres comprobarlo de primera mano junto a tu hijo o hija, te invitamos a que pruebes nuestras clases y talleres. Siempre es buen momento para disfrutar de la música.